24. Odiando al jefe

Lograr que un grupo heterogéneo de personas se ponga de acuerdo en algo, como en elegir a su banda favorita, es prácticamente imposible; pero si se les preguntara por un enemigo en común, el noventa y nueve por ciento de ellas fruncirían las cejas y apuntarían contra su jefe. El otro uno por ciento estaría compuesto por el clásico "lame-botas" y obviamente por el mismísimo esbirro de Satán, es decir El Jefe (que no tenía nada más que hacer que inmiscuirse en este grupo focal imaginario).


Desde tiempos inmemorables la lucha entre empleado y empleador se tornó áspera y desigual. El primer trabajador de este planeta, Caín, no recibió la justa paga por su trabajo, además que el llunku  de su hermano se llevó todo el crédito, con aguinaldo y canastón incluido. "Ah no, vos me pagas el sueldo o esta quijada de burro tendrá un mejor uso"  manifestó nuestro noble trabajador, que ni corto ni perezoso  le hizo un fuck you al jefe y le dio un golpe amistoso a la nenita de Abel. Nadie podía  suponer que ese golpe amistoso venía con  fractura de cráneo y  hemorragia interna como extra. Moraleja bíblica: Los lame-botas nunca acaban bien.

En estos tiempos modernos, los jefes y sus secuaces no pueden permitir que una quijada de burro ponga fin a sus hermosas vidas, así que inventaron una institución que vele por ellos, llamada Ministerio de Trabajo, donde les enseñan los ya clásicos trucos:

- Contratar personal sólo  por tres meses.
- El aguinaldo, el monstruo del lago Ness y el hombre de las nieves; tienen la misma procedencia: la imaginación del empleado.
- Si un empleado causa problemas, el jefe tomará la sabia y controversial decisión de ascenderlo o nombrarlo encargado del personal rebelde en cuestión (Para mayor referencia leer la biografía de Darth Vadder. "Jodí a mi hijo para salvar el laburo")
- El jefe nunca avisará con anticipación  cual será el verdadero monto del sueldo del empleado,  lo revelará minutos antes de que éste cobre.
- Ante cualquier interrogante por el bajo nivel de los sueldos, el jefe usará como argumento que la crisis económica le jugó una mala pasada, mientras se sube a su Rolls Royce  modelo 2012. 
- El "periodo de evaluación" significa 7 años bisiestos.
- Cualquier accidente de trabajo será solucionado con una palmadita en la espalda y un "sana, sana, colita de rana" por más de que el empleado se haya clavado la engrampadora en el ojo (¿?).
- Las secretarias de esbelta figura y  deliciosas piernas son parte del harén del jefe de manera indiscutible. Él lo sabe, ellas no lo saben pero lo intuyen. Los empleados pierden el tiempo en mirarlas.

Debido a esto, y a que nos deben varios meses de sueldo en nuestro trabajo, es que Ctrl Alt Supr le declara la guerra a muerte a todos los boss man y a todos los que se llamen Abel.  Adhiérase  a nuestro odio con esta playlist carente de aguinaldos y bonos de té.


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Discos pro-odio:




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